Parque de Clamart de Majadahonda

El recorrido por el parque comienza en la plaza de acceso principal por el extremo oeste de la parcela, desde la que surgen los recorridos sinuosos que conducen a áreas estanciales y a la gran área de juegos infantiles.

Todos estos paseos nos llevan a una gran plaza circular presidida por una fuente ornamental que, a modo de rotula, articula los espacios descritos con la otra mitad del parque.

En la otra mitad se recupera un trazado clásico de jardín, con dos calles rectas paralelas a las vías que limitan la parcela, y que confluyen en la entrada oriental del parque. Entre estos paseos se inserta el área canina. De nuevo son zonas ajardinadas las que separan ambas entre sí y de los paseos limítrofes.

El conjunto resulta, por tanto, una referencia a las dos tendencias más importantes en la historia del paisajismo: el pictoresquismo inglés que juega a provocar la sorpresa y el recogimiento en pequeños escenarios dentro del gran conjunto, y el clasicismo francés que admira la amplitud y racionalidad de una perspectiva lineal.

De la misma forma se intenta jugar con la iluminación del parque, en la que además de iluminar los paseos para que tengan una correcta visión nocturna se incluyen estratégicamente balizas o luminarias empotradas en el área ajardinada, de modo que dichas luminarias proyecten la luz a la parte inferior de las copas de los árboles, con el fin de crear una cortina vegetal iluminada por la noche y crear un ambiente acogedor y romántico del mismo.