Museo de Falúas Reales. Casa de Marinos


Lugar Jardín Del Príncipe, s/n 28300 Aranjuez Madrid
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Bajo el reinado de Felipe V, se construyó a orillas del río Tajo una atarazana, con el fin de servir de cobijo a las falúas y embarcaciones menores, ya que durante sus estancias primaverales estas eran utilizadas por los Reyes para su navegación por el río.
Las embarcaciones salían de la atarazana que constaba de dos rampas que llegaban hasta el agua, en sus inmediaciones existía un gran inmueble que era utilizado como alojamiento temporal de una reducida guarnición marinera. Este inmueble servía de cobijo a las lanchas o falúas en su planta baja y estaba situada en lo que hoy es el camping. Cuando llegaban los reyes, la parte superior del edificio se convertí en alojamiento de gente de la mar: oficiales y tropa, marineros, un maestro constructor, calafateadores, carpinteros de ribera, etc. estos se desplazaban a Aranjuez desde el Departamento de Cartagena.
Dichas falúas siguiendo el curso del río Tajo descendían hasta el Palacio Real, haciendo varias paradas en su trayecto. Una de dichas paradas era en el embarcadero real, donde el Rey y su comitiva hacían un pequeño descanso en el camino.
También el gran tenor italiano Carlo Broschi Farinelli, preparó fiestas para los reyes Don Fernando VI y su esposa Dña. Barbara de Braganza, una de ellas consistía en navegar por el río Tajo con una pequeña flota, a la que se le dio el nombre de Escuadra del Tajo, y la formaba cinco falúas y dieciséis barcos pequeños para su séquito.
Estas falúas al ser botadas en su día se les dio un nombre, la principal se llamaba San Fernando y Santa Bárbara, con 16 cañoncitos cada uno, en ella viajaban los reyes, otra era Respeto, que servía de acompañamiento con personajes ilustres, la tercera se llamaba San Fernando, la cuarta Santa Bárbara, que tenía apariencia de barco de guerra, y por último la Orfeo y el Jabeque Tajo, estas eran utilizadas para transportar al personal para servicio de los Monarcas.
Los barcos más pequeños eran usados para remolcar a las falúas y para los músicos. Estos paseos por el río duraron desde 1752 hasta 1758. Y durante el recorrido se practicaba la caza desde dichas falúas, también se escuchaba música y hasta el famoso cantante de opera italiano Farinelli deleitaba con su voz a los monarcas y acompañantes.
Por desgracia la flota del Tajo quedó destruida durante la Guerra de la Independencia, aunque posteriormente fue reconstruida en parte por el Rey Fernando VII, en el año 1816, la obra fue encargada a los alféreces de fragata D.Damián Calargos y D. Francisco Guerra.
Esta antigua atarazana a causa de las termitas, varias inundaciones y el abandono, tuvo que ser derribada, construyéndose en el Jardín del Príncipe lo que es hoy la Real Casa de Marinos.
El Museo de Falúas Reales (Madrid) detalla los viajes marítimos de Carlos IV y Fernando VII. Se encuentra ubicado dentro del Jardín del Príncipe, antiguamente recibía el nombre de Casa-Museo de marinos. Entre sus tesoros custodia las embarcaciones, construidas en Cartagena, de Carlos IV y de Fernando VII. Durante el recorrido por el museo se pueden apreciar las pinturas referentes a la escuadra española del siglo XIX y distintos objetos necesarios para la navegación.